Serengeti
El Parque Nacional de Serengeti, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1981, se encuentra al norte de Tanzania, a unos 320 km de Arusha y cuenta con un espacio de al rededor de 15.000 km2. Serengeti es hogar de una de las mayores concentraciones de vida salvaje del mundo
Se considera el parque nacional más antiguo y popular del país, dando cobijo a más de 3 millones de grandes mamíferos.
Serengeti significa »llanuras infinitas» en ‘masai’ y ninguna descripción podría ser más gráfica. Interminables llanuras que dejan estampas únicas con solitarias acacias a su paso, o con las especiales formaciones rocosas que recuerdan a ese momento de la pelicula de El Rey León cuando ´Mufasa´ presenta a ´Simba´ el día de su nacimiento. Conocidos como ‘kopjes’, se trata de zonas especialmente sensibles para encontrar felinos que, encaramados a las rocas, y desde las alturas, pueden divisar la pradera y avistar a sus posibles presas .
Hablar de Serengeti es hablar de poder ser testigo de uno de los espectáculos naturales más apasionantes del mundo, como es la Gran Migración: el ‘viaje’ que realizan más de un millón y medio de ñus, cebras y gacelas con su respectivo grupo de depredadores siguiendo su rastro, desde su ‘residencia’, las praderas del Serengeti en Tanzania hasta los pastos verdes del Mara, en Kenia. Lideran este viaje los ñus, capaces de detectar el olor de los pastos verdes al otro lado del río Mara.
Tradicionalmente emprenden este viaje en el mes de Julio, y no comienzan la vuelta ‘a casa’ hasta el mes de Octubre. Hasta el mes de mayo, las grandes manadas han permanecido en la región sureste del Parque Nacional de Serengeti y en los alrededores del área de conservación del Ngorongoro. La estación seca acaba con los pastos y marca el inicio de la búsqueda incansable de alimento. Cuando el sol empieza a secar la hierba de la sabana y los ríos y pozas de agua naturales que se crean con las lluvias desaparecen, no les queda más remedio que emprender camino hacia lugares más fértiles, donde haya pastos frescos. Es cuando empieza el viaje hacia el norte! Hacia Kenia!
Cada año, realizan un viaje de más de 3.000 kilómetros que abarca una extensión de 30.000 km2, durante el que consumen unas 4.000 toneladas de hierba al día. Todos los años el 5% de aquéllos que empezaron el viaje perecen, muchos a causa del hambre, otros de las enfermedades y, por supuesto, muchos a causa de los depredadores.
Debido a la influencia en la vida salvaje que tiene la Gran Migración, es importante que, en función de cuándo vaya a ser tu viaje, planeemos juntos qué zona del Serengeti es más recomendable, para poder ver la vida salvaje en su mayor esplendor.
*Parte de la información tomada de la web de National Geographic*
Recorrer Serengeti en el jeep 4×4, con el techo abierto y dejando que los rayos de sol acaricien tu rostro, es una se las sensaciones más especiales y que mayor paz pueden llegar a transmitir. No hay día malo de safari en Serengeti: cierta facilidad para ver leones, algunos de ellos incluso encaramados a los árboles, las altas posibilidades de ver leopardos y guepardos, sumado al espectáculo que dan los cientos, miles de antílopes de todo tipo, jirafas, elefantes, hipopótamos, las graciosas familias de facóqueros o el privilegio de observar todo tipo de aves… hace que el viajero sueñe cada noche con que llegue la hora en que sale el sol para poder volver a disfrutar de un día único en medio de la naturaleza más salvaje.
Serengeti es un lugar mágico. Que no decepciona en ningún momento del año. Al igual que pasa en Masai Mara en temporada alta, coincidiendo con parte de la Gran Migración, la afluencia de viajeros y visitantes es muy alta. Mientras que en otras épocas del año, aunque no se pueda ser testigo de la Gran Migración, el viajero puede tener sensaciones mucho más únicas y especiales, sin tantos turistas y vehículos a su alrededor.
Ngorongoro
El cráter de Ngorongoro es una de las mayores calderas volcánicas del mundo: este particular fenómeno hizo del parque una estructura única en la que se juntan diferentes ecosistemas, pudiendo encontrar bosques, sabanas, lagos, pantanos…Su importante suministro de agua durante todo el año, atrae alrededor de 25.000 animales de muy distintas especies, entre ellas los cinco grandes; el león, el leopardo, el elefante, el búfalo y el rinoceronte, además de gran variedad de aves.
La primera vez que vi el cráter de Ngorongoro desde la parte de arriba del área de conservación me quedé sin palabras. Era Diciembre. Y había estado lloviendo las semanas previas a nuestra visita. Si alguna vez habeis dibujado en vuestra imaginación cómo debe ser el Jardín del Edén, el Paraíso, vamos, es muy probable que os hayais acercado a lo que mis ojos contemplaros ese preciso día: un paisaje único, en forma de cráter volcánico, verde, pero de un verde especial que combinaba distintas tonalidades. En zonas, un verde más frondoso, en otras, un verde más azulado, en otras, un verde más salvaje… Con el lago al fondo del cráter decorado con el rosa de los flamencos y el blanco de los pelícanos. Hasta tres leones macho vimos juntos. Cientos de cebras, ñus y antílopes, dejando estampas únicas cerca del lago. Elefantes. Incluso pudimos ver un rinocerontes negros!
Y si a la magnificencia del lugar, del paisaje y de la vida salvaje le sumas que estás en territorio masai y que ya desde que entras en el Área de Conservación de Ngorongoro vas atravesando parajes preciosos, surcados por manyattas masais, por comunidades locales en su quehacer diario… entonces te darás cuenta que no puedes despegar la cara del cristal del jeep, que no puedes apartar tu mirada de lo que vas viendo ahí fuera. Porque, esto es también parte del viaje. La vida local y el paisaje que vas dejando atrás en carretera y que te hace aprender acerca de la vida en Tanzania, más allá de las Reservas y los Parques.
Tarangire
Para muchos viajeros y viajeras, Tarangire es la primera parada en su safari por Tanzania o por Tanzania y Kenia. A tan sólo un par de horas de Arusha por una carretera amable y de fácil conducción, Tarangire da la bienvenida al viajero con un paisaje único caracterizado por impresionantes baobabs, algunos de ellos superan los dos mil años de edad y numerosos grupos de elefantes, entre muchos otros alicientes.
El parque toma su nombre del río Tarangire, que lo recorre de Norte a Sur y es la única fuente de agua en los meses sin lluvia. Este parque ante todo famoso por su gran colonia de elefantes, (la más grande de todo el país). En la estación seca se reúnen grandes manadas de elefantes, cuya población alcanza en torno a los 4.500 ejemplares.
Pero, además de elefantes y baobabs, el safari es mágico en este Parque, con una alta densidad animal entre la que se incluyen felinos. En muchas ocasiones, el primer león, leopardo o guepardo, se avista en Tarangire y deja una huella imborrable al viajero.
Los atardeceres son mágicos. Y ese característico arcoiris de colores rojizos, rosados y anaranjados que deja el sol cuando se pone, se convierte en el broche de oro perfecto a un primer día de safari.
Si duermes dentro del Parque, eso sí, ¡mucho cuidado con los monos! Están en todas partes! 😉
Lago Manyara
Paisaje de ensueño, nombrado Reserva Mundial de la Biosfera, se extiende a lo largo de 50 km por el Gran Valle del Rift. La diversidad es la palabra clave que identifica este parque, el cual albergando diferentes hábitats consigue una gran variedad de fauna y flora en tan solo una pequeña zona.
Es un parque pequeño, de tan sólo 330 kilómetros cuadrados de los cuales 200 ocupa el lago cuando tiene el caudal lleno. Está a 2 horas de camino en la ruta de Arusha (en el norte de Tanzania) y en el camino hacia Serengeti y el Crater Ngorongoro, por lo que se convierte en un punto estratégico en la ruta. O bien al principio, o bien al final.
Si hay algo especialmente característico en el Lago Manyara son sus famosos leones trepadores, los cuales descansan plácidamente en las ramas de los árboles, huyendo de los mosquitos por un lado, y por otro, de la humedad característica de este Parque.
Pero sin duda, es un destino único para aquellos viajeros que quieren ‘bajarse del coche’ y realizar otras actividades. Así, en el Lago Manyara se pueden realizar safaris a pie. Cebras, ñus, facóqueros, flamencos…podrás verlos de cerca de una manera muy especial!
Por último, se trata de uno de los lugares favoritos de los amantes de la ornitología, por la diversidad de aves que se pueden encontrar, hasta 400 especies distintas: flamencos rosados, ibis, cigüeñas, cormoranes y que se pueden avistar desde el coche, a pie o desde alguna de las plataformas que hay en el Parque preparadas para ello.
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Y, ¿te apetecen unos días de relax en la playa tras el safari? ¡Te damos ideas!
Te invitamos a conocer todo lo que que el sueño de África, materializado en Kenia y Tanzania, puede ofrecerte. ¿Te vienes?
